En nuestro caso, la medición del ritmo cardíaco la hemos utilizado después de llevar a cabo una sesión de ejercicio (o inmediatamente después)y que nos proporciona información sobre el estado atlético y de salud de la persona. Nos tomamos el pulso colocando los dedos índice y corazón en la arteria carótida durante 30 segundos y seguidamente lo multiplicamos por 2.
Después de realizar la actividad física podemos observar los siguientes resultados en la siguiente tabla sobre todos los compañeros de la clase:
| NOMBRE | DEPORTISTA 6 DÍAS |
DEPORTISTA 4 DÍAS |
FUMA | PULSACIONES EN REPOSO | PULSACIONES EN ACTIVIDAD |
Alba Canet
|
NO
|
68
|
124
|
||
Amara Part
|
NO
|
72
|
112
|
||
Carmen Vila
|
✓
|
NO
|
62
|
80
|
|
Maria Senabre
|
✓
|
NO
|
68
|
104
|
|
Sergi Calvo
|
NO
|
72
|
126
|
||
Christian Sanjaime
|
NO
|
76
|
116
|
||
Maria Guarner
|
NO
|
72
|
84
|
||
Alba Miñana
|
NO
|
64
|
94
|
||
Clara Sanchis
|
✓
|
NO
|
60
|
112
|
|
Isaura Benavent
|
NO
|
74
|
120
|
||
Arnau Moscardó
|
✓
|
NO
|
58
|
100
|
La media de pulsaciones entre todos los alumnos de la clase está en en 67,8 pulsaciones por minuto en estado de reposo, pero en la actividad física la media se encuentra en 106,5 pulsaciones por minuto.
Como podemos observar, cada alumno presenta unos resultados diferentes, pero la mayoría son similares salvo algunos casos que comentaremos ahora:
Después de realizar una actividad física que trataba en subir y bajar unas escaleras durante un tiempo de dos minutos a una intensidad alta, nos hemos tomado el pulso para observar las diferencias entre las ppm en reposo y en actividad y de ese modo comparar también los resultados entre los compañeros.
El buen funcionamiento del corazón depende en gran medida de la calidad de su tejido muscular y éste a su vez de la vascularización, que es una consecuencia del entrenamiento físico. Y podemos observar el caso de mis compañeros Carmen, Clara, Arnau que realizan una actividad física 4 días a la semana y por lo tanto deben de tener un resultado por debajo de la media que hemos calculado anteriormente.
Más adelante podemos observar que los que no son deportistas o que apenas realizan alguna actividad, el resultado es mayor a la media calculada pero en los casos de Maria Guarner, Alba Miñana no ha sido así y en Carmen Vila que también ha sucedido esto, las ppm en actividad parece ser que no las ha calculado bien, porque ella está puesta a realizar deporte.
Una vez encontrado el ritmo cardiaco, se cuentan los latidos durante un minuto completo, o durante 30 segundos y el resultado se multiplica por dos; la cifra obtenida debe cotejarse con los siguientes valores normales en latidos por minuto en reposo:
Bebés 0 a 11 meses
|
de 100 a 160
|
Niños de 1 a 6 años
|
de 65 a 140
|
Niños de 7 a 10 años
|
de 70 a 110
|
Niños de 11 años y adultos
|
de 60 a 100
|
Adultos mayores a 60 años
|
60 o menos
|
El pulso se mide en áreas por las que pasa cerca una arteria (conducto que lleva sangre del corazón a todos los órganos), y se le identificará por el nombre que de ésta se tome, pudiendo ser:
- En cuello (carotideo).
- En dorso del pie (pedio).
- En ingle (femoral).
- En muñeca (radial).
- En sien (temporal).
- En tetilla izquierda de bebés (pulso apical).
- Parte interna del brazo (humeral).
- Parte interna del pliegue del codo (cubital).
Controlar el pulso cardíaco es fundamental para cuidar la salud del corazón y detectar a tiempo problemas que pueden generar múltiples consecuencias. Cuáles son sus causantes y cómo mejorar la calidad de vida preservando este órgano vital.
El pulso acelerado, habitualmente conocido como taquicardia, presenta una frecuencia mayor a 100 latidos por minuto estando en reposo. Se puede manifestar como palpitaciones que se deberán investigar para conocer su causa y así encontrar un tratamiento adecuado.
Sus posibles causantes
- La taquicardia puede ser la expresión de una deshidratación, dado que el cuerpo compensa la falta de líquido en el organismo aumentando la frecuencia cardíaca, o una sobrehidratación por exceso de líquidos, que puede determinar un cuadro de insuficiencia cardíaca.
- El estrés también influye en el pulso cardíaco. Está íntimamente relacionado con situaciones de ansiedad, frustración o furia, nervios o miedo. Si bien una dosis baja de estrés resulta necesaria para desarrollar actividades productivas, si el nivel crece a niveles patológicos puede producir graves daños en la salud.
- El tabaquismo es otro de los importantes factores que favorecen la aparición del pulso acelerado. Al entrar en el torrente sanguíneo, la nicotina provoca la liberación de adrenalina, hormona que estimula el sistema nervioso central, aumenta la presión arterial y las frecuencias respiratoria y cardíaca.
- Las arritmias son ritmos anormales, que en este caso tienen una alta frecuencia (> 100 latidos por minuto) y pueden dividirse por su origen en las aurículas o ventrículos, siendo estas últimas las de mayor severidad porque pueden comprometer la vida del paciente.
- La aparición de problemas en las válvulas cardíacas también puede reflejarse en la aceleración de los latidos.
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